Mezcla de gula, originalidad y rusticidad, el polvo de avellana ofrece multitud de posibilidades en la cocina. ¡A veces incluso el pequeño detalle marca la diferencia! En este artículo, descubre nuestros consejos para elegir el polvo de avellana, almacenarlo y usarlo en la cocina para mejorar las recetas del día a día.
¿Qué es el polvo de avellana?
Como sugiere el nombre, se trata de avellanas reducidas a un polvo fino. Este polvo delicado y fragante es ideal para agregar suavidad y delicadeza a recetas dulces y saladas. Las avellanas son nueces del árbol de la avellana, originarias de Asia pero consumidas en Europa desde la antigüedad.
Hoy en día, se cultiva principalmente en Oriente Medio, el sur de Europa y Estados Unidos.
Antes de reducirse a polvo, las avellanas se secan primero y luego se extraen de su taza antes de volver a secarlas, pelarlas y triturarlas. ¡Nutricionalmente, el polvo de avellana está lleno de ingredientes activos interesantes y, por lo tanto, tiene su lugar en la cocina!
Los beneficios nutricionales y para la salud del polvo de avellana
Con 650 kcal por 100g, la avellana en polvo es uno de los alimentos con una alta densidad energética, por lo que debe consumirse con moderación. Este alto contenido calórico está ligado al alto contenido en lípidos de las avellanas, en particular a los ácidos grasos insaturados, ácidos grasos “buenos” reconocidos por su beneficio para el sistema cardiovascular.
Pero eso no es todo ! El polvo de avellana también es una excelente fuente de proteína vegetal de calidad, magnesio, hierro y fibra, que promueve el confort digestivo y el tránsito intestinal. ¡Consumido con moderación, el polvo de avellana es, por lo tanto, un valioso aliado en forma y salud!
¿Cómo almacenar las avellanas molidas?
El polvo de avellana es un producto de larga duración, se puede almacenar durante varios meses en un lugar fresco y seco en un recipiente o sobre sellado.
Para una conservación óptima, asegúrese de colocar el polvo de avellana lejos del calor, la luz y la humedad. Para obtener el máximo sabor y evitar rancidez, se recomienda consumir las avellanas molidas dentro del mes siguiente a la apertura del paquete.
¿Cómo elegir el polvo de avellana adecuado?
¡Hay muchas opciones en el departamento de polvos de avellana! El clásico polvo de avellana aportará dulzor a recetas tanto dulces como saladas gracias a su sabor sutil y delicioso.
El polvo de avellana tostada aportará un toque amaderado y más original a las preparaciones culinarias gracias a su ligero tueste adicional. Idealmente y como ocurre con la mayoría de los productos alimenticios, se recomienda elegir un polvo de avellana elaborado en Francia.
Para una versión económica, sepa que el polvo de avellana casero es muy fácil de hacer. Todo lo que tienes que hacer es moler las avellanas en un mortero o batidora, pasar el polvo por un colador y luego dejar secar unas horas al sol.
¿Cómo cocinar el polvo de avellana?
El polvo de avellana se presta maravillosamente para recetas dulces y saladas. Recetas a las que aportará codicia, refinamiento y carácter.
En versión dulce, combina especialmente bien con chocolate o frutas de otoño como peras, manzanas o incluso castañas.
En la cocina, se puede integrar directamente en masa para tartas, muffins, galletas de mantequilla o pasteles. En una versión salada, le permite hacer migas de pan originales para reemplazar las migas de pan, las deliciosas migas de verduras de invierno o incluso las deliciosas tartas.
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