Los productos exóticos y tropicales son cada vez más populares. Sin duda el Taro es uno de ellos. En nuestro tiempo, sentimos curiosidad por los nuevos sabores, intrigados por formas hasta ahora desconocidas, y sin duda nos gusta añadir un toque de originalidad a nuestras preparaciones que sorprenderá a nuestros comensales. Abrirse al mundo es sin duda una forma de reinventar la cocina, incluso en su forma más sencilla.
¡Disfrutar de una forma diferente es una buena idea para no aburrirse en la mesa y disfrutar siempre! El taro es una de esas verduras con las que quizás ya te hayas topado, una verdura que era el alimento básico de los pueblos polinesios.
¿Qué es el taro?
El taro es un tubérculo, es decir, un tubérculo, de la familia Araceae. Tiene varios nombres: sueño, madeira, chou de chine, dachine o colocase, del latín Colocasia esculenta. El taro puede crecer hasta 30 centímetros. Tiene una piel áspera y gruesa, de color marrón y en la que los círculos delgados se asemejan a escamas. Algunos taros son de forma alargada y recuerdan a la batata.
Otros son bastante redondeados, muy parecidos a un apio nabo. En su interior se esconde una carne cremosa más o menos veteada de rosa. Este último es harinoso y agradablemente dulce. Tenga en cuenta que esta planta también tiene hojas grandes, cuyos brotes jóvenes, una vez blanqueados, son comestibles, aunque rara vez se encuentran en nuestras estanterías.
Los beneficios nutricionales y para la salud del taro
El taro es una planta venenosa que debe cocinarse.
Los tubérculos y las hojas contienen pequeños cristales de oxalato de calcio que irritan los intestinos y representan un riesgo real de cálculos renales o insuficiencia renal. Sin embargo, no debe detenerse allí, porque una vez cocinado, el taro tiene un valor nutricional real.
Es bajo en calorías y muy bajo en grasas. Su lento contenido en azúcares y su alto contenido en almidón lo convierten en un buen proveedor de energía.
También es rico en fibra, vitaminas C, B1 y B2, además de fósforo, calcio y hierro. El taro también tiene una buena cantidad de proteínas. Todas estas características hacen del taro un alimento anti-anémico, anti-hambre y antioxidante.
¿Cuál es la temporada para consumir taro?
Taro se puede encontrar en los estantes durante todo el año.
¿Cómo almacenar el Taro?
Esta verdura tiende a ablandarse. Por lo tanto, no debe conservarse demasiado tiempo. Lo mejor es guardarlo en un lugar fresco, seco, ventilado y protegido de la luz. Pero también puedes guardarlo en el cajón de verduras de tu frigorífico y en papel protector. Si tiene brotes de taro jóvenes, manténgalos frescos como una ensalada.
¿Cómo cocinar el Taro?
Cocinar el taro es absolutamente necesario antes de consumirlo, y es mejor echarle el primer agua de cocción. Primer paso, pelar la piel. Y un pequeño consejo: lleva un buen cuchillo y usa guantes para protegerte porque la piel es dura y pica.
Luego puede enjuagar la verdura para eliminar el líquido algo viscoso que contiene, luego cortarlo en secciones que cocinará en agua con sal durante unos buenos 20 minutos.
Cuando esté cocido, puedes pinchar su carne con un tenedor, como con la papa. No tengas miedo si cambia de color durante la cocción. Esta es una reacción normal y no afecta la calidad del producto de ninguna manera.
¿Cómo elegir el taro adecuado?
Elija taros que sean muy firmes, libres de moho o partes que se vean un poco blandas o marchitas. Por supuesto, su piel no debe presentar hematomas. Los tubérculos de taro se venden sueltos en los puestos, así que tómese el tiempo para examinarlos uno por uno.
Observe también su peso. Una buena pieza debe ser un poco pesado en tu mano.
!Descubre más sobre los alimentos y sus propiedades en nuestro Blog!